Los actores implicados dan pasos adelante para el proyecto industrial en los terrenos de Nissan en Barcelona y centran sus esfuerzos en poner en marcha las iniciativas.
Se ha decidido utilizar las dos líneas productivas para el desarrollo de diversos modelos de vehículos eléctricos, pero reservando espacio para proyectos logísticos complementarios y futuros proyectos industriales.
La marca, que espera convertirse en un empresa más sostenible de cara a 2030, sigue trabajando también para conseguir la neutralidad en carbono en todo el ciclo de vida de sus productos.
Podrían contribuir a la logística externa del proyecto elegido o incluso asumir la totalidad de Nissan en la Zona Franca si finalmente fracasan las propuestas que hay sobre la mesa.
Culmina el montaje de la última unidad del pick up Navara en la planta de la Zona Franca, dando paso a la incertidumbre en su plantilla ante la falta de un plan de reindustrialización.
La propuesta presentada cuenta con una inversión potencial de 550 millones de euros y pone el foco en la generación de empleo, con una previsión de 3.200 nuevos puestos, la economía y en la sostenibilidad de la zona.