Otras empresas también estaban interesadas pero esta naviera es la única que dispone de una embarcación de dimensiones reducidas, indicada para el tráfico de mercancías.
A diferencia de otros puertos del archipiélago, el de La Luz y de Las Palmas carece de un área logística del transporte terrestre que facilite la organización de los servicios y de la distribución de mercancías.
El puerto canario busca fortalecer la especialización del sector de reparación naval local frente a sus rivales: el puerto de Algeciras y el de Santa Cruz de Tenerife.
La obra consiste en una ampliación de la superficie de la antigua estación de jet foil, conservando la misma altura para poder acoger al mismo tiempo tanto los turistas que inician como los que finalizan el crucero en el muelle de Santa Catalina.
La naviera ha cerrado el año con 31.512 pasajeros, lo que supone un crecimiento del 8%, y con 16.256 automóviles en régimen de pasaje, un 13,6% más que en 2011.
Las obras, que tienen el objetivo de liberar espacio en la línea de atraque, consisten en levantar un espacio de 450 m del muelle Reina Sofía, donde se instalarán las grandes grúas para reparar las plataformas petrolíferas.
Con el objetivo de ser más competitivo y de que las navieras continúen operando, el puerto de la Luz rebajará a las terminales casi dos millones de euros anuales en conceptos de tasas.
Además de esta financiación adicional, el Plan de Empresa de 2013 de la Autoridad portuaria de Las Palmas contempla una ayuda de 5,2 millones de euros de los Fondos Feder, 55 millones de Fondos de Cohesión y 19,4 millones de fondos RUP.
El puerto de Las Palmas se ha puesto en contacto con diferentes empresas estadounidenses para ofrecerse como depósito de la maquinaria y vehículos que las corporaciones mineras emplean en África.
La ampliación del dragado se ha puesto en marcha con el objetivo de que los barcos del Programa Mundial de Alimentos puedan descargar los cereales para enviarlos a los países más necesitados.