Sus costes competitivos y la facilidad en la gestión de las cargas contrastan con los problemas que encuentran actualmente los cargadores en el puerto de Vigo.
En paralelo, se está llevando a cabo una auditoría externa por una empresa especializada, centrada en los tiempos de tramitación de los expedientes de control sanitario.
La instalación lusa, que arrebata cada vez más tráfico al puerto de Vigo, aspira a consolidarse como la puerta de entrada al noroeste peninsular y ganar presencia en el mercado español.
El puerto de Leixoes, en Portugal, es el principal beneficiado de la situación actual, ya que está creciendo la mercancía desviada a la instalación lusa.