Estos ladrones accedían a los vehículos rajando las lonas, mientras se encontraban estacionados, llegando incluso a amenazar a los transportistas si los sorprendían en la cabina.
Los autores recorrían las explanadas de los polígonos donde solían aparcar los camiones y sustraían las baterías para venderlas posteriormente en chatarrerías cercanas.
El objetivo es analizar, desde una perspectiva jurídica, la responsabilidad de los actores que intervienen en el transporte, como el propio transportista, las bolsas de cargas o los aparcamientos vigilados.
Las bolsas de carga que garantizan la identidad de sus usuarios son responsables de los perjuicios derivados de los falsos perfiles existentes en su plataforma, mientras los transportistas deben asegurarse siempre de con quién están contratando.
Uno de los principales problemas con los que se encuentran los transportistas es el encarecimiento de las operaciones por la necesidad de adoptar medidas de protección, además de la falta de aparcamientos vigilados.
El grupo se desplazaba a las áreas de servicio para efectuar una inspección en las cargas de los camiones, y tras rajar las lonas para verificar su contenido, accedían con una furgoneta en la que cargaban el botín.
Los detenidos podrían haber cometido 37 robos de mercancías en el interior de camiones de gran tonelaje, rajando las lonas de los semis o forzando sus cierres para traspasar la mercancía a furgones robados.