El impacto del Covid-19 ha sido de mayor calado en el tráfico de cabotaje, que se ha reducido un 5,3%, mientras que en el tráfico exterior se ha registrado un ascenso del 0,9%.
En los primeros seis meses del año pasado, el transporte marítimo de corta distancia ha movido 126 millones de toneladas, con incrementos de la demanda tanto en la fachada atlántica como en la mediterránea.
El tráfico de graneles líquidos tira de los servicios marítimos de corta distancia, mientras que en el ro-ro, impulso viene de los movimientos que se registran con Bélgica, Italia y Marruecos.
La Asociación Española de Promoción del Transporte Marítimo de Corta Distancia analiza en su Conferencia anual el papel de la innovación y la tecnología en el impulso del transporte marítimo de corta distancia como parte esencial de la intermodalidad.
En la Asamblea General de de la Asociación también se repasaron los buenos datos del sector del transporte marítimo de corta distancia en España y se renovaron los cargos de la junta directiva.
Se presentará la oferta de los puertos españoles para conectar a los cargadores con diferentes destinos del norte de África y se estudiará la manera de mejorar la eficiencia y competitividad de las Autopistas del Mar.
Pese al descenso en los tráficos TMCD de graneles líquidos que ha habido el año pasado, el transporte marítimo de corta distancia sigue ganando terreno gracias, sobre todo, al incremento en los tráficos de carga rodada.
La cadena intermodal marítima cuenta con un amplio margen de mejora, por lo que se deben utilizar los instrumentos disponibles para conseguir un TMCD más competitivo.