A pesar del descenso, las navieras siguen manteniendo su posición dominante, por lo que un gran número de cargadores se están viendo obligados a recurrir al mercado 'spot'.
La creciente inflación, los actuales cuellos de botella y la expansión de la variante Ómicron están contribuyendo a ralentizar el crecimiento del sector, pero no así los beneficios de los operadores.
Probablemente algunas navieras ofrezcan contratos a precios más bajos, pero exigirán a los cargadores aumentar la duración del acuerdo o ampliarlo a otros ámbitos, como la logística.
Las flotas no aumentarán este año ni el próximo al mismo nivel que la demanda, aunque la situación dará la vuelta en 2023, cuando está prevista la entrega de un gran número de pedidos.