El incidente, que ha demostrado una vez más la precariedad de las cadenas de suministro, se produce en un momento especialmente difícil para los fabricantes de automoción.
Más de la mitad de la producción de la planta navarra de Volkswagen sale por tren, por segundo año consecuetivo y en línea con los objetivos de sostenibilidad de la marca alemana.
El nuevo servicio ferroviario transportará más de 20.000 vehículos al año y evitará 2.400 circulaciones por carretera, propiciando una reducción del 43% de las emisiones de CO2.
Con el concepto “llave en mano” ofrece la posibilidad de disponer de vehículos carrozados con soluciones estandarizadas para los usos de mayor demanda como los vehículos de reparto o los isotermos y frigoríficos.
Desarrollado para aliviar la congestión del tráfico y aumentar la seguridad en las ciudades, utilizan una combinación de cámaras, radares y sensores lidar.
El actual jefe de Planificación de Producción del Grupo Volkswagen AG, Markus Haupt, será el futuro director general de la planta en Pamplona y será igualmente presidente de Volkswagen Navarra, en sustitución de Emilio Sáenz.
Las matriculaciones se han situado en 7.200 unidades hasta junio, aunque los pedidos han superado las 9.000 unidades, unas cifras similares a las de 2019.