El recorte de las aseguradoras en los precios pagados a los talleres de reparación sigue haciendo mella en la crisis de este sector, que es uno de los eslabones de la cadena logística del auxilio en carretera. La situación se está reflejando, además de en el cierre de talleres y de pequeñas empresas de auxilio, en demoras e ineficiencias cada vez mayores en el tratamiento de los vehículos rescatados en las vías públicas por siniestros o averías.
Así lo explican desde la Alianza de Auxilio en Carretera, que advierte de que las empresas de grúas tienen retenidos miles de vehículos sin trasladar a taller en los plazos habituales por el colapso de estos, sobre todo en las reparaciones de chapa y pintura, las peor retribuidas por las compañías aseguradoras.
Tanto es así que el tiempo medio de depósito de los vehículos en las campas de las empresas de grúas hasta su definitivo traslado a los talleres reparadores se está incrementando, a veces, hasta en semanas. De hecho, la saturación de las campas y trámites asociados a los gastos de gestión de los traslados a taller se ha incrementado por encima del 15% en lo que va de 2025.
No obstante, en periodos punta, como el final de la operación verano, estos tiempos se elevan aún más. Asimismo, el crecimiento en los servicios de grúa en esta época resulta en unas tasas de incremento de servicios por averías y siniestros menores que se sitúan alrededor del 10% a nivel estatal.
Esto se explica por el menor mantenimiento de los vehículos, junto con el incremento de la antigüedad de la flota. Desde la Alianza, sostienen que la escasez de márgenes en los negocios de grúas y talleres puede conducir a "una verdadera crisis sectorial que derive en una desatención y baja en la calidad de los servicios a los usuarios".