El pleno del Congreso de los Diputados someterá esta semana a debate de toma en consideración la proposición de Ley del Grupo Popular relativa a incrementar las medidas de prevención en el consumo de alcohol y drogas por los conductores, en especial por conductores profesionales de vehículos de transporte de pasajeros y mercancías.
La iniciativa propone modificar la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, para que se establezca, en el caso de los conductores profesionales en activo, la exigencia de someterse anualmente a un reconocimiento médico en el que se realizarán las pruebas clínicas específicas para detectar el consumo de alcohol y, especialmente, de drogas.
El objeto principal de la reforma normativa, según consta en la propuesta, es el de "concienciar a los conductores profesionales de la enorme peligrosidad que comporta el consumo de alcohol y drogas antes o durante su actividad laboral".
Sin embargo, la iniciaitiva también constata que "si bien es cierto un reconocimiento médico anual no evita que durante el resto del año se consuman sustancias estupefacientes, la existencia de un marco regulatorio más restrictivo implica un control adicional que puede contribuir a su concienciación".
Además, la propuesta también pretende incorporara también en Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial la exigencia de “constatar que el conductor profesional reúne las condiciones físicas necesarias para volver a su actividad”, en el caso de retirada de carnet.
Esta propuesta normativa tiene su origen en las organizaciones empresariales sectoriales y ha generado una nueva disputa entre representantes empresariales y sindicales.
Por un lado, Froet estima que esta propuesta del PP supone "un paso crucial para la seguridad vial y laboral" y que, al mismo tiempo, va más allá de la alternativa del PSOE, que, según su criterio, se centra en solo en reducir la tasa de alcohol permitida.
Al tiempo, Comisiones Obreras reprocha que la proposición se tramite "sin ni siquiera recabar una impresión o un diálogo previo con los afectados, lo que le permitiría una visión más cercana a la realidad que la de los influyentes despachos patronales que han causado el abandono de la profesión".