
Tras más de quince meses de conflicto entre Israel y Hamás, con conexiones que se han extendido por todo Oriente Medio, el acuerdo de paz sellado la semana pasada abre la puerta al regreso de cierta normalidad en esta convulsa área.
De manera particular, este conflicto ha afectado de lleno a uno de los principales pasos marítimos para el comercio internacional, el mar Rojo y el canal de Suez, como reflejan los datos de ingresos de la vía y el descenso de sus tráficos en más de cinco mil pasos el último ejercicio.
Así mismo, la crisis bélica, con la ramificación de los hutíes de Yemen, ha obligado a las navieras a evitar en la medida de lo posible esta zona, especialmente para tráficos de contenedores, lo que les ha llevado a desviar sus rutas a la cirunnavegación de África por el cabo de Buena Esperanza.
De hecho, este grupo ha anunciado este pasado fin de semana que no atacará embarcaciones en este paso, salvo que sean israelíes, hasta que compruebe que se está aplicando el acuerdo de paz.
A su vez, esta situación ha tenido efectos como alargamientos de los tiempos de tránsito, alteración de flujos, como se ha dejado notar en algunos de los principales puertos españoles, y una reducción de la capacidad al tener que hacer los buques viajes más largos.
Todo ello podría tocar a su fin si vuelve cierta calma a Oriente Medio.
De momento, CMA-CGM ya está recuperando el tráfico por el canal de Suez con un primer tránsito en tornaviaje este 23 de enero, tras haber cruzado la vía en sentido oeste el mes pasado para el servicio que enlaza Europa con La India y Paquistán.