El Pacto Industrial Limpio ha situado a la aviación y el transporte marítimo entre los sectores más difíciles de descarbonizar, y ha reclamado específicamente que el próximo Plan de Inversiones para el Transporte Sostenible, STIP, defina medidas escalables a corto y medio plazo para impulsar los combustibles limpios para el transporte marítimo y aéreo.
Según el informe Draghi, será necesaria una inversión de alrededor de 100.000 millones de euros para la transición energética del transporte marítimo y aéreo europeos. En este contexto, la Asociación Europea de Armadores, Ecsa, y Aerolíneas por Europa, A4E, han pedido a la Comisión Europea que dé prioridad a las inversiones en la producción y distribución de combustibles marítimos y aéreos limpios, seguros y asequibles.
En su opinión, para lograr que el Plan de Inversiones tenga éxito, plantean la necesidad de que haya combustibles limpios disponibles para ambos sectores. En este sentido, Ecsa cree que el marco de cero emisiones netas acordado recientemente por la OMI supondrá una oportunidad para que los productores de energía europeos pongan estos combustibles a disposición del mercado, siempre y cuando se realicen las inversiones necesarias.
Por su parte, la Organización de Aviación Civil Internacional se ha fijado el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas de carbono para 2050, en consonancia con el Acuerdo de París. Los gobiernos deben ahora tomar medidas urgentes para acelerar la disponibilidad de SAF, permitiendo las inversiones necesarias para aumentar la producción y garantizar que los vuelos sostenibles sigan siendo accesibles para todos.
Esquema de derechos de emisión
Igualmente, proponen reinvertir los ingresos del esquema de derechos de emisión en la descarbonización del transporte marítimo y aéreo, puesto que genera alrededor de 10.000 millones de euros anuales procedentes de estos modos. Asimismo, consideran que el marco regulador actual ofrece la oportunidad de establecer una base industrial sólida en Europa para la producción de combustibles limpios, en consonancia con los objetivos de la Brújula de Competitividad y el Pacto Industrial Limpio.
El objetivo acordado del 40% de combustibles y tecnologías limpios producidos en Europa, en consonancia con la Ley sobre la Industria de Cero Emisiones Netas, proporcionará seguridad a los productores y fabricantes de energía. No obstante, el STIP debería apoyar la producción y la adopción asequible de SAF y combustibles marítimos con bajas emisiones de carbono o sin emisiones, reduciendo el riesgo de las compras, reduciendo la diferencia de precios con los combustibles convencionales, estabilizando los precios y desbloqueando inversiones a gran escala.
Asimismo, la financiación debería ir más allá de los proyectos de vanguardia y garantizar la ampliación y el despliegue de los combustibles y tecnologías limpios ya disponibles en el mercado. Por último, se debe limitar la carga administrativa para garantizar que las pymes puedan solicitar las convocatorias del Fondo de Innovación.