Los envíos de mineral de hierro a China han aumentado un 7% interanual desde finales de junio, tras un periodo de estabilidad durante la primera mitad del año. Sin embargo, la producción de acero china se ha mantenido débil, lo que ha provocado una acumulación de existencias en los puertos, alcanzando el nivel más alto en ocho meses durante la semana 45.
Así, lo explican desde Bimco, que indica que el reciente repunte en las compras chinas parece estar impulsado por las expectativas de un mayor gasto público y una recuperación de la actividad manufacturera, factores que también han contribuido a la recuperación de los precios del mineral de hierro, que se mantuvieron bajos entre abril y julio.
No obstante, la producción de acero china cayó un 3% interanual durante el tercer trimestre de 2025 y se habría mantenido débil al inicio del cuarto trimestre, contradiciendo las expectativas del mercado. En este sentido, la crisis inmobiliaria en China sigue afectando la demanda interna de acero, ya que la actividad de la construcción aún no se ha recuperado de sus bajos niveles.
Cabe apuntar que China es el mayor importador mundial de mineral de hierro y el destino del 74% de los envíos mundiales de este mineral, de los cuales el 63% proviene de Australia y el 22% de Brasil. La mayor parte se transportan en buques capesize, que representan el 57% de la demanda de toneladas-milla del sector.
Si bien es cierto que el aumento de los envíos de mineral de hierro ha tenido un impacto positivo en las tarifas de flete de los buques "capesize", con un incremento del 5% interanual en el Baltic Capesize Index desde finales de junio, a menos que la producción de acero en China se recupere, las existencias podrían aumentar aún más y, en última instancia, provocar una desaceleración de los envíos a corto plazo.
De cara al futuro, las perspectivas para la demanda china de acero son débiles, y la Asociación Mundial del Acero prevé una disminución del 1% para 2026. Esta previsión refleja un debilitamiento de la demanda de los sectores manufacturero y de infraestructuras, mientras que se espera que la crisis del sector inmobiliario toque fondo.
El aumento de las exportaciones chinas de acero podría impular la producción nacional, pero no compensará por completo la menor demanda. De hecho, se espera que el crecimiento de las exportaciones se ralentice debido al incremento de las barreras comerciales al acero chino.
En su caso, las importaciones de mineral de hierro podrían tener una mejor evolución, pues el aumento de la capacidad minera mundial está generando una mayor competencia de precios entre las importaciones y la oferta nacional china de menor calidad, lo que podría favorecer un mayor volumen de importaciones.
Además, se prevé que los envíos de mineral de hierro guineano del proyecto Simandou alcancen los 40 millones de toneladas en 2026, lo que podría aumentar las distancias promedio de navegación y, por consiguiente, la cantidad de toneladas transportadas por el buque.