La recuperación de la navegación mercante en paz por el mar Rojo y, consecuentemente, también por el canal de Suez parece más cerca después del incipiente acuerdo de alto el fuego alcanzado entre la Administración Trump y los rebeldes hutíes de Yemen esta misma semana.
Según informa el Ministerio de Asuntos Exteriores del sultanato de Omán, que ha intermediado en el pacto, ambas partes se han comprometido a no atacar objetivos del contrario, incluyendo buques norteamericanos y otras embarcaciones que naveguen por el mar Rojo y el estrecho de Mandab, que separa el mar Rojo con al golfo de Adén, al sur.
La finalidad de este acuerdo de no agresión pretende garantizar la libertad de navegación y facilitar el comercio internacional.
Sin embargo, este cese de las hostilidades entre los Estados Unidos y los hutíes está íntiimamente relacionado con la crisis de Gaza entre Israel y Hamás, que es el origen de muchos de los ataques en el mar Rojo y que se mantiene en toda su crudeza.
De consolidarse el acuerdo, podría irse recuperando la navegación por el canal de Suez, muy comprometida desde hace meses y que viene afectando a la disponibilidad global de capacidad marítima, los niveles de congestión portuaria y los fletes.