En la actualidad la actividad crucerística es el único medio de transporte que paga el impuesto turístico en Barcelona, dejando en la ciudad el 13% de esta partida.
El crucero de P&O Cruises es uno de los mayores trasatlánticos de la flota internacional, con 344 metros de eslora y 42 de manga y una potencia propulsora total de 61.760 kW.
La previsión de escalas de cruceros para 2023 se mantiene estable, con unas 800, si bien los cruceristas de puerto base aumentarán este año hasta el 58%.
Los puertos españoles esperan para este ejercicio la recuperación total del tráfico de cruceros y cruceristas hasta llegar a niveles prepandemia, cuando se alcanzó el máximo histórico.
Este año una nueva compañía, Ambassador, y catorce nuevos barcos apostarán por primera vez por este puerto y alguno hará escala hasta en cuatro ocasiones.
De cara a 2023, el puerto de Sevilla ha recibido 44 solicitudes de escalas de cruceros que, unidas a las escalas regulares de la 'Belle de Cadix', arrojan una previsión de más de 80 escalas en total.
Tras un 2022 con altas cifras de escalas, las previsiones para los dos próximos años son de que se produzca un fuerte crecimiento en la llegada de cruceros al puerto de la ciudad.
Entre las últimas incorporaciones a su flota, destaca el 'MSC World Europa', uno de los mayores cruceros del mundo propulsado por GNL, que se establecerá en Barcelona.
Puertos del Estado participa en la Feria Internacional del Turismo, Fitur, para continuar avanzando en la industria de los cruceros como segundo destino de cruceros de Europa.