El puerto de Barcelona ha puesto a disposición del uso ciudadano 13.565 m2 de superficie con la apertura al público de la zona norte y este del muelle de Barcelona.
En particular, la parte abierta del muelle de Barcelona comprende el espacio que va desde la antigua terminal de Balearia hasta el testero, también abierto, al extremo este.
Concretamente, son un total de 13.565 m2 de superficie y 600 metros de línea de muelle que amplían los espacios del Port Vell de libre acceso para los ciudadanos y dan acceso al mar en el complejo del World Trade Center, multiplicando su atractivo y dinamizándolo.
La apertura del muelle de Barcelona llega después de que se cerrara la terminal de cruceros ubicada en la zona norte y se trasladara la actividad de cruceros y ferries al muelle Adosado completada en otoño de 2023.
Antes se había trasladado la actividad de ferris de Balearia, hecho que permitió abrir a la ciudadanía el muelle de las Drasenas el verano del año pasado, justo antes de la celebración de la Copa América de vela.
Ahora, el espacio se ha rehabilitado para abrirlo a la ciudadanía nivelando el pavimento, instalando mobiliario urbano y mejorando la iluminación con una inversión de más de 100.000 euros.
Esta reforma inicial culminará en 2026 con una renovación integral de la pavimentación con el fin de integrar urbanísticamente la zona en torno al Port Vell y hacerla más accesible y atractiva para el público
Se trata de un paso más en el proceso de transformación y apertura del Port Vell a la ciudadanía que se está haciendo desde el Port de Barcelona y que los últimos años ha supuesto la apertura del paseo del antiguo Rompeolas, el muelle de Pescadors con la nueva lonja o el muelle de Drassanes, entre otros.
El muelle de Barcelona se construyó la década de 1870, con la primera gran ampliación de la rada hacia el sur.