El Ayuntamiento de Barcelona y el puerto de la capital catalana han suscrito esta semana un nuevo protocolo para reordenar y hacer más sostenible la actividad crucerista.
El acuerdo supone, según informa la Autoridad Portuaria, reducir las terminales de cruceros existentes en la rada y desarrollar una batería de proyectos para mejorar la movilidad de los pasajeros y hacerla más sostenible.
En concreto, el protocolo prevé la reducción del número de terminales de cruceros de siete a cinco, fruto del derribo de las actuales terminales A, B y C, y la construcción de una nueva terminal donde ahora se ubica esta última.
Así pues, la terminal resultante será pública, es decir, abierta al uso general y con capacidad para dar servicio a 7.000 pasajeros a la vez.
Esta reordenación y reducción progresiva de las terminales actuales irá acompañada de la rehabilitación integral de un tramo de muelle de 610 metros de longitud, correspondiente a las actuales terminales A y B, una actuación que supondrá una inversión de cincuenta millones de euros.
Con esta transformación, el muelle Adosado quedará configurado con cinco terminales de cruceros: cuatro privadas (las actuales terminales D, E, G y H) y una pública (la nueva terminal C), todas ellas adaptadas a los estándares de calidad y sostenibilidad más exigentes.
Así mismo, el protocolo también incluye un plan de movilidad sostenible, con tres actuaciones destacadas como son el desdoblamiento del puente Porta d’Europa, la construcción de un corredor urbano por el frente litoral de Montjuïc destinado al transporte público y la elaboración de un estudio de evaluación de la movilidad generada por los cruceros.
El desarrollo de todas estas actuaciones supondrá una inversión público-privada de 185 millones de euros.
De manera particular, el calendario previsto para desarrollar las actuaciones recoge que en 2026 se procederá al cierre de la terminal del muelle de Barcelona Sur a finales de año y al derribo de la actual terminal C a finales de año.
Después, en 2027 se dará inicio de la construcción de una nueva terminal pública en el muelle Adosado, se realizará un estudio de evaluación de la movilidad generada por los cruceros, se inaugurará la terminal G actualmente en construcción y se comenzarán las obras de desdoblamiento del puente Porta d’Europa.
En 2028 entrará en funcionamiento la nueva terminal C, se procederá al derribo de las terminales A y B en el segundo semestre y dará inicio la rehabilitación integral del tramo del muelle Adosado donde se ubican actualmente las terminales A y B e instalación del sistema OPS para la conexión eléctrica de los barcos.
En 2029, entrará en servicio el corredor urbano que conectará la plaza de las Drassanes con Marina del Prat Vermell y la Zona Franca, mientras que en 2030 la Terminal C estará plenamente operativa con una capacidad máxima de 7.000 pasajeros.