El mantenimiento de la integridad de la carga durante el transporte es una de las grandes precoupaciones de las principales navieras.
Además, este cuidado se extrema en mercancías como los vehículos terminados que, pese a estar acondicionados para evitar afectaciones en la medida de lo posible, se someten además a labores de estiba y desestiba que suponen un peligro adicional, especialmente por la compresión de los espacios y la propia naturaleza de la carga.
En este contexto, los indicadores de daños de las navieras que dan servicios de portacoches suponen un elemento diferenciador en un mercado muy competitivo y sometido en los últimos años a fuertes tensiones relacionadas con la vertiginosa evolución que vive la industria automotriz a escala planetaria, principalmente debido a la digitalización y la transición energética.
Así pues, UECC ha dado a conocer este mes de febrero que su indicador de daños a la carga ha mejorado en una centésima porcentual el pasado 2025 para colocarse en un 99,84% de la mercancía que transporta que sale de sus buques sin ningún tipo de percance.
La naviera ha ido mejorando este indicador en los últimos cuatro años tanto por la eficiencia en la operativa de su propio personal, como la que demuestran los estibadores que manejan su carga en los diversos puertos en que opera.