¿Es rentable el uso del gas natural en el transporte por carretera?

El gas natural ofrece una tecnología alternativa contrastada para los múltiples segmentos del transporte de mercancías por carretera, con cada vez más vehículos en el mercado, una red de puntos de recarga en crecimiento y unos costes que nada tienen que envidiar a los de sus vehículos homólogos diésel.

17/06/2018 a las 22:30 h

el coste de explotación de una tractora diésel es un 1,28% superior al de otro equipo equivalente de GNL, con un ahorro anual de 667 euros y mensual de 56 euros el coste de explotación de una tractora diésel es un 1,28% superior al de otro equipo equivalente de GNL, con un ahorro anual de 667 euros y mensual de 56 euros

Ya casi nadie discute que el gas natural es una alternativa fiable, económica y real para el transporte de mercancías por carretera.

Sin embargo, gran parte del sector alberga aún dudas sobre su rentabilidad y eficacia frente a motores tan contrastados como los diésel que utilizan gran parte de los camiones que realizan su trabajo en Europa, motorizaciones que, por su parte, también han ido recortando sus emisiones contaminantes en los últimos diez años de una manera drástica merced a las crecientes exigencias de los distintos estándares Euro para la reducción de emisiones contaminantes.

Existe en esta resistencia al cambio una doble faceta. Por un lado económica, ya que los motores diésel cuentan con una fiabilidad probada y una gran de abastecimiento.

[sumario]El uso del GNL aporta mejoras en términos de reducción de emisiones contaminantes, pero también en cuanto a menos coste por kilómetro y mejora de la imagen empresarial.[/sumario]

Por otro lado, la resistencia al cambio también cuenta con un factor cultural. Conductores y empresarios son reacios a cambiar una tecnología que ha sido testada en múltiples escenarios y que ofrece un gran rendimiento a un coste ya conocido y asumido.

Sin embargo, junto con el diésel también existe otra tecnología muy probada, con un rendimiento análogo y buenos costes, como es el caso de gas natural.

costes tractora gnl frente a diesel

Varios fabricantes han desarrollado camiones alimentados por gas natural que ofrecen un rendimiento equiparable al de sus versiones homólogas diésel y en una amplia variedad de carrozados y motorizaciones que llegan hasta a los 480 CV, en un rango de potencia que les hace aptos para el transporte de larga distancia y con capacidad para adaptarse a transporte de diversos tipos, con una reducción de las emisiones de gases contaminantes de entre un 11% y un 20% con respecto a una tractora diésel equivalente, según los cálculos realizados por los propios fabricantes.

De igual modo, la autonomía de los vehículos industriales y comerciales alimentados con gas natural tampoco tiene que envidiar a la de sus equivalentes diésel, ya que, gracias a la incorporación de los dobles depósitos, puede llegar a alcanzar los 1.500 kilómetros, suficientes para cubrir servicios entre Madrid y Frankfurt sin repostar, por ejemplo.

[sumario]A su autonomía, equivalente prácticamente a la de cualquier tractora diésel, los camiones de GNL también cuentan con un número creciente de puntos de recarga en toda Europa.[/sumario]

Aunque la conducción no varía en demasía, sí que se requiere un cambio de manera de pensar a la hora de ponerse al volante de un vehículo de GNL por parte de los conductores, que deben tener siempre en mente la necesidad de llevar en todo momento una conducción eficiente, con el fin de sacar todo el partido a la mecánica con un rendimiento óptimo, algo a lo que también contribuye de manera decisiva la menor rumorosidad y vibraciones que ofrece el uso del gas natural como combustible frente a los motores diésel.

A este grado de autonomía con el que cuentan los nuevos vehículos de GNL hay que añadir la creciente existencia de puntos de recarga de gas natural.

Actualmente, la distancia máxima entre estaciones de servicio de GNC no supera los 150 kilómetros, mientras que para el GNL asciende a 400 kilómetros como máximo entre dos puntos de abastecimiento para este combustible, lo que ofrece a estos tipos de vehículos una gran agilidad y flexibilidad, idéntica a la de otros similares que utilizan gasóleo y con la misma capacidad de carga.

Por otro lado, el mantenimiento de estos equipos también ha ido mejorando en los últimos tiempos, de tal modo que ofrecen un rendimiento similar al de otros vehículos diésel equivalentes con semejantes paradas para revisiones.

Para Pablo Bordils de Transnugón, el uso del gas natural en el transporte por carretera requiere de un nuevo enfoque de la actividad. Para Pablo Bordils de Transnugón, el uso del gas natural en el transporte por carretera requiere de un nuevo enfoque de la actividad.

A todos estos factores hay que añadir aspectos nada desdeñables como la reducción en las vibraciones del motor, así como un menor nivel de ruido, lo que ofrece a los vehículos industriales que emplean gas natural en los más indicados para su uso en entornos urbanos y para un campo con amplias posibilidades de desarrollo en el corto plazo como son las entregas nocturnas, con el fin de evitar la congestión en horas de máxima afluencia y en zonas medioambientalmente protegidas en los principales núcleos urbanos.

La prueba del coste por kilómetro

Según los cálculos efectuados por Transnugón, el coste de explotación de una tractora diésel es un 1,28% superior al de otro equipo equivalente de GNL, con un ahorro anual de 667 euros y mensual de 56 euros, para un coste de 0,348 euros por kilómetro para una tractora diésel, frente de los 0,343 euros por kilómetro de coste que tiene un camión alimentado por GNL, según los cálculos realizados por Pablo Bordils, gerente de Transnugón.

A estas ventajas en cuanto a coste hay que añadir también el precio de adquisición de cualquier tractora de GNL, que se ve en todo caso compensado por la relación coste-vida útil, que, por otra parte, también ofrece un retorno de la inversión más rápido que en el caso de las unidades diésel.

Por otra parte, el uso de unidades de transporte más eficientes y limpias también aporta un valor intangible en lo que respecta a la imagen de la empresa de transporte.

Al rendimiento de marketing que ofrecen los vehículos ecoeficientes, también hay que añadir el valor que aportan en términos de responsabilidad social corporativa para clientes y cargadores cada vez más preocupados por reducir la huella de carbono de sus actividades empresariales, con la logística y el transporte como avanzadilla.

[sumario]Con el cambio en el uso de nuevas energías llega también un cambio en la relación entre cargador y transportista para generar un marco de colaboración que permita avanzar en sostenibilidad tanto medioambiental como económica.[/sumario]

En este sentido, las grandes empresas actúan como motores hacia una mayor conciencia medioambiental, dado que una tractora de GNL permite reducir en un 99% las emisiones de partículas, en un 70% las de NoX y en un 15% las de CO2.

Nuevo enfoque

El cambio hacia el uso del gas en el transporte requiere, como afirma Pablo Bordils, de un nuevo enfoque de la actividad del transporte, en la que la rentabilidad del coste por kilómetro de paso a nuevas relaciones de colaboración en las que se tengan en cuenta el valor que pueden aportar los transportistas para una gestión de la cadena de suministro más eficiente y sostenible, desde un punto de vista económico y medioambiental.

En este sentido, el cambio cultural que propone el uso de nuevas energías para la movilidad afecta no solo a las propias empresas de transporte, sino también al resto de actores de la cadena de suministro, que tienen que adaptar sus exigencias y requerimientos a nuevos estándares.

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