El 1 de julio de 2026, los vehículos comerciales de entre 2,5 y 3,5 toneladas de MMA que realicen servicios de transporte transfronterizos deberán cumplir las mismas reglas sociales europeas que los camiones pesados.
De manera particular, estas unidades deberán equipar desde esa fecha tacógrafos digitales de segunda generación.
Así mismo, a los conductores de estos vehículos se les aplicarán la normativa comunitaria de tiempos de conducción y descanso, así como de desplazamiento de trabajadores, pese a que la obtención de los permisos de conducir tipo B necesarios para estas furgonetas no incluyen formación al respecto.
Según la Iru, esta medida afectará a mas de tres millones de vehículos en toda la Unión.
Dada la complejidad de la situación, especialmente para un sector que desconoce toda esta compleja regulación, la Iru ha desarrollado un plan de acción para formar a empresas y trabajadores, con el fin de evitar multas innecesarias, así como para garantizar que siguen funcionando las cadenas de suministro de la Unión Europea con normalidad.