La electrificación del transporte pesado de larga distancia supone un reto logístico de gran calado. Este proceso no se limita a desplegar camiones eléctricos, sino que, además, también requiere de un estudio detallado de flujos y tiempos de viaje para poder ajustar paradas y recargas de acuerdo con los puntos de suministro eléctrico existentes.
De igual manera, el estilo de conducción también cambia con relación a los vehículos diésel para centrarse en la conservación de la energía y en la relación entre carga de la batería y prestaciones comerciales.
En este contexto, algunos de los principales fabricantes de vehículos industriales están orientando su modelo de negocio para convertir la electrificación en un servicio integral, como parte de la apuesta por impulsar cadenas de suministro con cero emisiones de carbono.
Este cambio, precisamente, es el que está abordando la alemana Mercedes-Benz Trucks desde una doble perspectiva: la de proveedor de estos servicios de electrificación del transporte y también como cliente.
Concretamente, la marca ha empleado a utilizar dos eActros 300 para el transporte de motores de automóviles entre su planta de motores de Bad Cannstatt y la Sindelfingen. Ambas instalaciones están en Alemania.
Große-Vehne Speditions será el operador que cubra este circuito de unos 180 kilómetros diarios. De momento, y hasta que se habilite la infraestructura de recarga prevista, los camiones eléctricos se cargarán en una estación de servicio.