
El sector del Gran Consumo ha crecido un 2,5% en volumen y un 6,3% en valor en el primer trimestre de 2025, según se desprende del ‘Pulso al sector del Gran Consumo de Aecoc’, que ha presentado Rosario Pedrosa, de Aecoc, junto a Ángeles Zabaleta, de NIQ, en el marco del Congreso de Estrategia Comercial y Marketing de la Asociación.
Las previsiones con respecto a los próximos años también son optimistas, pues los analistas estiman que el sector crecerá un 4,5% este año y un 3,9% en 2026. Además, se prevé que el país experimente una profunda transformación demográfica en las próximas décadas, puesto que en 2054 el 30% de la población tendrá más de 65 años,y uno de cada tres residentes será extranjero.
Igualmente, dos de cada tres hogares estarán compuestos por uno o dos miembros, cambios que impactarán directamente en el consumo, así como en los formatos de tienda y surtido. El futuro del retail pasará por modelos urbanos de proximidad, con tiendas más pequeñas, mayor digitalización, servicios complementarios y experiencias de compra inmersivas.
La compra líquida, que fusiona lo digital y lo físico, marcará la pauta, y nuevos canales como TikTok, que ya muestran un alto potencial en cuanto al e-commerce, podrían alcanzar el 2,9% de cuota sobre las ventas online en España. La inteligencia artificial también será un habilitador clave del retail, facilitando la personalización, predicción de demanda, experiencias inmersivas y la estrategia del retail media.
En cuanto a la sostenibilidad, los consumidores demandarán cada vez más productos certificados, con impacto ambiental reducido y beneficios funcionales claros. Respecto al crecimiento del canal 'on-line', el 88% de los distribuidores sitúan su cuota 'on-line' entre el 1% y 3% a cierre de 2025, aunque un 33% anticipa un ligero crecimiento.
Por otro lado, el 70% de las empresas considera que la actual situación geopolítica puede tener impacto en sus negocios, y sus principales preocupaciones son la pérdida de confianza por parte del consumidor, las afectaciones sobre la cadena de suministro y un posible incremento de costes de las operaciones de logística y aprovisionamiento. En este contexto, las empresas apuestan por una mayor cautela comercial, con ajustes de inversión en producto o canal y nuevas tensiones en las negociaciones.
En cuanto a prioridades estratégicas, el 94% cree necesario crear valor conjuntamente entre fabricantes y distribuidores, el 91% resalta la importancia de disponer de datos del consumidor para tomar decisiones y otro 91% considera imprescindible repensar la gestión de categorías.
En los próximos años, el sector pondrá el foco en la presión creciente de la marca del distribuidor, los cambios en el comportamiento del consumidor, la necesidad de eficiencia operativa, y la integración de tecnologías como la IA, que el 54% ya están explorando activamente.