Después de dos años a la baja, en 2025 el canal on-line para la compra de productos de alimentación ha vuelto a recuperarse en España. Así, los compradores que usan el canal físico y on-line han aumentado en un 7,1% hasta suponer el 29,4% del total, y los que solo utilizan el canal digital han crecido un 1,2%, representando ya el 6%. Por su parte, los que sólo acuden a la tienda física a comprar se han reducido en un 8,3%, hasta el 64,6%.
Así se refleja en el IX Observatorio de Comercio Electrónico en Alimentación elaborado por Asedas, que tiene en cuenta tanto la compra de alimentación como de productos de higiene. Los datos indican un cambio de tendencia que apunta a que el consumidor habría abandonado el comportamiento de ahorro en sus compras, muy marcado en 2024, con la vuelta al canal físico como una manera de buscar mejores precios.
El informe señala que la experiencia digital debe mejorar en estímulo, claridad y variedad para retener usuarios frecuentes.
Las principales palancas para adoptar la compra online son la conveniencia, que señan al el 44% de los encuestados, y la falta de tiempo, importante para el 20%. También se destacan en menor medida la búsqueda de mejores precios o variedad de productos, el aburrimiento y la distancia a la tienda, así como problemas de movilidad o de aparcamiento.
E-commerce de frescos y congelados
En cualquier caso, es cierto que se mantienen las barreras en la compra de productos frescos, por la necesidad de ver y tocar el producto. De hecho, entre los motivos que alegan aquellos que no utilizan Internet para sus compras, se encuentran la elección de frescos y del nivel de maduración del producto, así como la comprobación del estado de los alimentos.
Para Asedas la categoría de alimentación e higiene sigue siendo la que presenta un mayor rechazo al canal on-line, y en el caso concreto de la alimentación, permanece muy atada a la tienda física, con una baja frecuencia de compra on-line y una elevada resistencia digital.
Sin embargo, aunque lo no perecedero domina el on-line, es muy destacable que tanto los frescos como los congelados hayan experimentado una mejoría en la compra digital en 2025.
Según el estudio, el 28% de los compradores adquiere de manera habitual productos congelados por Internet, frente al 23% de 2024, mientras que el 24% compra productos frescos, cifra que también supera el 20% del año anterior.
Soluciones para la distribución
El crecimiento en la compra on-line de este tipo de productos, así como en el sector‘delivery, sumado a las necesidades de sectores tan amplios y diversos como el del horeca, está llevando en los últimos años a repensar un modelo logístico que concentra a multitud de actores de reparto, especialmente en las grandes ciudades.
Así, además de fomentar la renovación de flotas, la distribución urbana se está actualizando con soluciones innovadoras y sostenibles para la última milla, que tratan de optimizar los repartos y reducir la congestión en los núcleos urbanos.
Entre ellas, se encuentran los sistemas de refrigeración conectados a la nube para facilitar el acceso a todos los datos de la carga o el desarrollo de tecnologías predictivas que pueden ayudar a anticiparse ante cualquier problema durante el transporte.
A ello se añade el desarrollo de nuevos materiales aislantes o el uso de energías limpias para la propulsión de vehículos, potenciándose especialmente la electrificación.
En cuanto a las taquillas para la recogida de las compras on-line, los modelos existentes se han ido perfeccionando con los años, existiendo en la actualidad ciertos lockers que pueden alojar productos que requieren un almacenamiento a temperatura controlada, e incluso con compartimentos que pueden adaptarse a diferentes necesidades según el tipo de artículo.
Se trata de una solución eficiente y sostenible, que como sucede en el caso de los puntos de conveniencia, ayudan a reducir el número de desplazamientos que debe realizar el repartidor, y dependiendo del lugar en que estén ubicadas, pueden facilitar la recogida de las compras en un horario más amplio.

Nuevos modelos de DUM
En esta línea, cabe señalar que Aecoc está trabajando mano a mano con diferentes Ayuntamientos del país para avanzar hacia un modelo de distribución urbana inteligente que integre la planificación urbana con la realidad operativa del transporte de mercancías a través de la colaboración público-privada, en línea con las nuevas regulaciones medioambientales enmarcadas en la Ley de Cambio Climático y la futura Ley de Movilidad Sostenible.
Además de fomentar la renovación de flotas, la distribución urbana aplica soluciones innovadoras y sostenibles para la última milla, que buscan optimizar los repartos y reducir la congestión en los núcleos urbanos”.
Para ello, se plantean diversas medidas, como por ejemplo la flexibilización de los horarios para el acceso y la descarga de productos, la digitalización de las zonas de carga y descarga, la instalación de taquillas para la recogida de productos, la planificación logística basada en el uso de big data o la implementación de carriles multiuso.
También se propone la creación de infraestructuras urbanas adaptadas para vehículos alternativos o eléctricos, lo que facilitaría el acceso a áreas difíciles, como los centros históricos, y a zonas con una alta demanda de comercio electrónico.
Conviene destacar también iniciativas como la del Ayuntamiento de Barcelona, que ha simplificado recientemente los trámites para realizar servicios de distribución urbana de mercancías en horario nocturno para reducir la congestión vial diurna y facilitar una distribución más eficiente.
Armonización de la normativa
En cuanto a la regulación que afecta a la distribución frigorífica, la Asociación de Fabricantes y Distribuidores de Congelados, Frozen España, y la Federación de Distribuidores Horeca, Fedis Horeca, han solicitado a la DGT armonizar la normativa sobre la capacidad de carga con el Ministerio de Transportes.
Así, mientras el Reglamento General de Conductores, que es competencia de la DGT, ha dado luz verde para conducir vehículos de más de 3.500kg hasta los 4.250 kg con carnet B si están propulsados por combustibles alternativos, el Ministerio exige la tarjeta de transporte y el CAP para conducir cualquier vehículo que supere los 3.500 kg, independientemente de la propulsión.
Esta falta de coherencia, explican, está penalizando a quienes invierten en tecnología limpia y apuestan por vehículos refrigerados seguros y modernos, y están obstaculizando la transición ecológica.
Por ello, solicitan unificar y actualizar la normativa, permitiendo el uso del carnet B para vehículos de hasta 4.250 kg sin distinción por tipo de energía, cuando se trate de vehículos como los frigoríficos u otros utilizados para el transporte de alimentación y bebidas.
Es importante ajustar la normativa a la realidad del transporte refrigerado ligero, con medidas para la reducción de emisiones, la seguridad vial y el abastecimiento eficiente”.
También proponen revisar el peso máximo autorizado de los vehículos, excluyendo del cálculo elementos como baterías, carretillas o rampas elevadoras, o los propios equipos de frío de los vehículos.
Frozen España ha presentado su campaña “Capacidad Real, distribución esencial” para visibilizar la importancia de ajustar la normativa a la realidad del transporte refrigerado ligero, con medidas que contribuyan a la reducción de emisiones o a la seguridad vial.
También hay que mencionar el impacto en el sector de la distribución frigorífica de la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, que promueve prácticas más sostenibles y eficientes en la gestión de los recursos alimentarios.
Así, como el resto de distribuidores, las empresas del sector deben implementar medidas para minimizar el desperdicio, entre las que se incluyen ajustar las fechas de consumo preferente y facilitar la donación de excedentes aptos para el consumo.