El sector hortofrutícola europeo sufre los efectos de una climatología extrema

Las heladas, tormentas y olas de calor han afectado en 2024 al sector de las frutas y hortalizas, que también se encuentra bajo presión por el conflicto arancelario y el impacto en las cadenas de suministro de la compleja situación política.

17/09/2025 a las 23:58 h
cultivo de fresas

El ejercicio 2024 ha estado repleto de desafíos para el sector de las frutas y hortalizas en Europa, principalmente por la meteorología, que ha dificultado en gran medida la producción. A lo largo del año, se han registrado heladas tardías en abril y lluvias torrenciales e inundaciones en distintos momentos del año, pero también olas de calor y períodos de sequía, según el informe estadístico que publica cada año Fruit Logística en colaboración con Fruitnet.

Las tormentas y las granizadas causaron daños no sólo en los cultivos, sino también en las infraestructuras, siendo especialmente grave el caso de la dana ocurrida en la zona de Valencia, que tuvo efectos devastadores. 

Esto provocó cuellos de botella en el suministro a corto plazo, debido a los daños en las infraestructuras y al cierre de importantes vías de tránsito, si bien el impacto en la producción ha sido diferente de unos cultivos a otros. En este sentido, el caqui ha sido el producto más afectado según el informe.

El clima extremo también favorece la aparición de nuevas plagas y enfermedades. Por ejemplo, la cigarra, que ha aparecido con más frecuencia en 2024, lo supone un nuevo reto para los cultivos de remolacha y patata.

Situación geopolítica

Por otro lado, las elecciones al Parlamento Europeo de junio de 2024 confirmaron una tendencia hacia opciones políticas más extremistas y populistas, mientras que los partidos tradicionales han perdido influencia. Los partidos enfocados en cuestiones medioambientales y climáticas también han ganado escaños.

Todo ello implica que los debates sobre sostenibilidad y biodiversidad pueden tener un mayor peso en la política agrícola europea en el futuro. 

Tras el fuerte aumento de los costes operativos, especialmente de los fertilizantes, por la guerra en Ucrania, la situación de las empresas productoras ha mejorado ligeramente en 2024”. 

A ello se suma la complicada situación geopolítica, que está generando incertidumbre respecto a las perspectivas macroeconómicas a corto y medio plazo. Igual que ocurrió con la invasión rusa de Ucrania, el actual conflicto en Oriente Medio ha afectado a los precios de la energía y a las cadenas de suministro. 

Además, existen grandes tensiones comerciales entre los principales bloques económicos, especialmente por los aranceles anunciados por Estados Unidos. En las condiciones actuales, la Comisión Europea prevé un crecimiento económico medio de alrededor del 1,4% anual para los próximos años.

Si bien el aumento de la inflación en la UE desde finales de 2021 parece haberse normalizado a lo largo de 2024, y los precios de la energía han caído por la menor demanda mundial de petróleo, la diversificación del suministro y las reservas de gas natural en la UE, la presión sobre los precios no afecta a todos los países por igual.

Precios y costes

Así, de enero a noviembre de 2024, el índice de precios al consumo de la UE fue de media un 2,6% superior al del año anterior. Sin embargo, aunque se registró un importante aumento de los precios en Rumanía, Bélgica y Croacia, el incremento fue inferior a la media en Lituania, Finlandia e Italia. En general, el índice se situó en 130 puntos en noviembre, tres puntos más que el año anterior. 

La fruta fresca contribuyó a la inflación con un dato por encima de la media, pues el índice de precios para la UE fue de 148 puntos, cuatro más que en noviembre de 2023. Las verduras también se encarecieron, con 151 puntos en noviembre, seis más que en el mismo periodo del año anterior.

Por otro lado, tras el fuerte aumento de los costes operativos, especialmente de los fertilizantes, provocado por la guerra en Ucrania, la situación de las empresas productoras en Europa ha mejorado ligeramente en 2024.

Así, el índice de precios de los insumos agrícolas descendió en nueve puntos, hasta los 131, y los fertilizantes volvieron a ser significativamente más baratos, mientras que los precios de los productos fitosanitarios también se redujeron ligeramente. 

Por otro lado, sí se ha producido un aumento de costes en los sectores de vehículos y maquinaria, la construcción y el mantenimiento de edificios. También los costes laborales han seguido aumentando. Sin embargo, las explotaciones agrícolas no han podido subir más los precios para los productos frescos durante la temporada.

En concreto, el índice de precios al productor de frutas, sin considerar cada tipo de fruta de manera individual, ha aumentado diez puntos en 2024, hasta los 125 puntos, lo que probablemente se deba a la menor cosecha de manzanas. En cambio, el índice de precios al productor de hortalizas se ha reducido en siete puntos, hasta los 136. 

Cosecha de frutas y hortalizas en 2024

A pesar de las condiciones meteorológicas desfavorables a lo largo del año, se estima que la cosecha de fruta durante 2024 en la UE ha sido solo ligeramente inferior a la del año anterior. Con un total de 40,96 millones de toneladas, se habría cosechado solo un 1% menos de fruta.

Sin embargo, la evolución varió según el tipo de fruta, pues la cosecha de manzanas fue un 11 % inferior a la del año anterior. En varios países, la floración se ha visto dañada por las heladas de primavera, particularmente en Europa del Este. 

La cosecha de frutas de pelado fácil también disminuyó un 10%, pues el cálido invierno de 2023/24 no fue favorable para su desarrollo. 

Por su parte, las inundaciones en la Comunidad Valenciana provocaron más pérdidas, aunque las de naranjas no han sido tan graves. De hecho, el volumen cosechado ha sido un 8% mayor que en 2023, si bien la cosecha de ese año también fue particularmente baja. Las frutas de hueso, como los melocotones y las nectarinas, se cosecharon asimismo en mayor cantidad.

La cosecha de hortalizas fue un 2% superior a la del año anterior, siendo las cebollas y los pimientos los principales impulsores, pues tras la subida de precios en 2023/24, algunos países aumentaron significativamente su producción de cebolla. 

A pesar de las difíciles condiciones meteorológicas, se estima que la cosecha ha sido un 13% superior a la de 2023. En su caso, el aumento del 10% en la cosecha de pimientos marca una importante recuperación tras la fuerte caída del año anterior. 

Por el contrario, la cosecha de las coles y de las lechugas se ha visto especialmente afectada en ciertos momentos del año por las condiciones meteorológicas extremas, siendo los volúmenes en ambos casos inferiores a los del año anterior.

Perspectivas del sector

En su Informe de Perspectivas Agrícolas 2024, la Comisión Europea prevé una disminución de la producción de tomate debido a la reducción del cultivo en invierno y a la transición a variedades de fruto pequeño, que suelen alcanzar precios más altos y, por lo tanto, ofrecen un mayor valor añadido. 

En cualquier caso, los elevados precios de los últimos dos años han animado a los consumidores a decantarse de nuevo por los tomates tradicionales de fruto grande, por lo que está por ver si la producción se ajustará en consecuencia, y en qué medida.

 También se prevé una disminución del volumen en la cosecha de melocotones y nectarinas en los próximos años debido a la reducción de las superficies de cultivo. No obstante, esto se verá parcialmente compensado por un mayor rendimiento. 

Esto también ocurre con las manzanas, pues se espera que el volumen cosechado se estabilice en los 11,4 millones de toneladas anuales. El mayor rendimiento de las nuevas variedades y la mejora de los métodos de producción compensarán las restricciones en cuanto a la superficie cultivada.

Por otra parte, el informe muestra que el consumo de frutas y hortalizas frescas en la Unión Europea se mantendrá estable o aumentará de cara al año 2035 en comparación con la media del período 2020-2024.

Aunque hasta ahora las disrupciones en el suministro a corto plazo suelen equilibrarse fácilmente, el aprovisionamiento seguro de mercancías pasará a ser una cuestión cada vez más importante en el futuro”. 

Sin embargo, existen diferencias significativas entre sectores y países. Para 2035, el consumo de naranjas frescas en la UE aumentará a 13,3 kg per cápita y la demanda de manzanas frescas a 14,7 kg. Por el contrario, se prevé que el consumo de melocotones y nectarinas frescas se mantenga relativamente estable en torno a los 6,1 kg per cápita. 

Del mismo modo, dentro de diez años, el consumo per cápita de tomates frescos debería estabilizarse en unos 15,2 kg, pero la demanda de tomates de tamaño medio se verá sustituida por un aumento de las ventas de otro tipo de variedades más pequeñas.

En lo referente a los problemas derivados de la meteorología en el mercado europeo, aunque hasta ahora las disrupciones en el suministro a corto plazo suelen equilibrarse fácilmente, el aprovisionamiento seguro de mercancías se convertirá en una cuestión cada vez más importante en el futuro.