La electrificación es el principal aliado de un planeta que ha de lograr reducir las emisiones contaminantes. Además, fuera ya de un marco medioambiental, la escasez de combustibles fósiles está haciendo que el uso de estos sea cada vez más inaccesible.
El sector del transporte es siempre uno de los más señalados cuando se aborda este tema. Responsable de más de un 40% de las emisiones, su electrificación es clave para garantizar un mundo sostenible.
Para lograrlo, España quiere conseguir que la red de carreteras y las ciudades cuenten con hasta 340.000 puntos de recarga para el año 2030, pues en este momento se encuentra a la cola en cuanto a vehículos electrificados, que representan apenas un 8,8% del parque móvil estatal, muy por debajo del 20% de media europea.
Desde las Administraciones y asociaciones del sector entienden que solo mediante la proliferación de los puntos de recarga, especialmente de recarga rápida, se puede convencer a particulares y empresas de apostar por este tipo de vehículos en lugar de los de combustión interna.
En este sentido, desde Power Electronics creen que es fundamental desarrollar nuevas soluciones de carga rápida para vehículos eléctricos, que sean eficientes, potentes y con una larga vida útil.
Su gama standalone es un buen ejemplo de qué tipo de infraestructuras de carga para vehículos eléctricos se necesita en los edificios, ciudades y municipios españoles para garantizar la expansión del vehículo eléctrico.
Capaz de proporcionar 167 km de autonomía en apenas 5,5 minutos, permite además añadir módulos de potencia, cargar flotas completas de vehículos y optimizar el uso de energía.