Francia en desacuerdo con la propuesta de la Comisión Europea sobre el contenido de azufre en los combustibles marinos

El ministro francés de Transportes se opone al proyecto de la Directiva ya que discriminaría a los buques porque encarecería más de 40% sus costes de explotación.

20/02/2012 a las 12:57 h

Thierry Mariani, ministro francés de Transporte, no está de acuerdo con la propuesta de la Comisión Europea sobre el contenido de azufre en los combustibles marinos, ya que según el ministro es una solución desfavorable para el transporte marítimo.

La propuesta de la Comisión Europea se basa en la introducción de nuevas exigencias distintas de la normativa internacional de la Organización Marítima Internacional, OMI, el texto en cuestión entraría dentro del Convenio MARPOL 73/78 (Anexo VI Reglas para prevenir la contaminación atmosférica ocasionada por los buques).

El MARPOL ha servido como marco de referencia para los distintos Estados a la hora de desarrollar su propia legislación en materia de protección del medio marino, y, a día de hoy, sigue siendo el instrumento jurídico internacional por excelencia en la materia.

El ministro ha realizado varias declaraciones relacionadas con el sector a partir de la imposición de la normativa que encarece entre un 40% y un 70% los costes de explotación de un buque, y que esa misma regla permita introducir en carretera los camiones que se embarcan en las autopistas del mar.

Asimismo, el ministro se plantea algunas preguntas como “¿Qué se puede pensar de una normativa que nos impone, de aquí a tres años, que nuestros buques naveguen con un combustible o equipos que todavía no existen?”.

En este sentido, defiende, a partir de medios razonables, una reducción del contenido del azufre en los combustibles marinos al ser una parte importante de la sostenibilidad a largo plazo del transporte marítimo.

Mariani afirma que la propuesta de la Comisión discriminaría negativamente a los buques ferry (mixtos carga/pasaje) respecto a los de carga. Asimismo, asegura que la medida no tiene justificación medioambiental y supondría un importante encarecimiento de las autopistas del mar en la Unión Europea y un trasvase de carga a la carretera, y como consecuencia aumentarían las emisiones de CO2 y otros costes externos.

“Dejar que la propuesta que está actualmente sobre la mesa para lograrlo se consolide a través del proyecto de Directiva de la Comisión es, para mí, inviable.” Por este motivo han pedido entrevistarse con el ponente del texto en el Parlamento Europeo, con el fin de informarle de su oposición. “Francia quiere hacer oír claramente su voz en el Consejo Europeo. Además, ya estamos trabajando en una propuesta de enmienda. Y pueden estar seguros de que me implicaré personalmente en ello”, confirma el ministro. 

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