La IRU se defiende de las acusaciones de fraude.
Desde la Unión Internacional del Transporte por Carretera (IRU) han negado "categóricamente" las "graves acusaciones sin fundamento" que se han vertido contra el secretario general de la organización, Umberto De Pretto, y su director de operaciones, Boris Blanche.
La organización ha sido acusada recientemente por Marek Retelski, ex directivo de la organización que dirigía el departamento TIR, del desvío de 530 millones de francos suizos, unos 487 millones de euros, que deberían haber sido devueltos a las asociaciones miembro.
Tras negar firmemente dichos delitos, desde la IRU afirman que la organización funciona en pleno cumplimiento de la Ley y todos los fondos están declarados. En este contexto, se muestran "particularmente preocupados" por el daño que esta imputación puede causarles, motivo por el que los transportistas están evaluando actualmente todas las opciones legales ante este tema "extremadamente serio".
La prensa suiza publicó la entrevista al ex directivo apenas unas horas antes de que tuviera lugar la Asamblea General de la IRU, por lo que esta tema fue ampliamente discutido por los miembros antes de aprobar las cuentas anuales de 2015. La reunión, según afirman desde la organización, concluyó con el "apoyo pleno" a los gestores por parte de la "mayoría" de los miembros.
Por otro lado, y tal y como habían informado desde Astic, la IRU ha puesto en marcha una auditoría externa adicional con el fin de "aclarar el asunto cuanto antes".
Además, aseguran estar dispuestos a colaborar con las autoridades suizas para aclarar cualquier punto del documento que les ha llegado. Este consta de más de 300 páginas y en él, según Retelski, “se evidencian actos criminales cometidos por la organización desde el 1 de julio de 2013″.