
Los datos de noviembre del Observatorio Permanente de la Morosidad y los pagos en el sector del transporte por carretera, que elabora Fenadismer en colaboración con la Fundación Quijote para el Transporte, evidencian un leve repunte en los plazos de pago a los transportistas hasta los 70 días de media, aunque lejos de los 81 de hace un año.
Ello se traduce en un ligero aumento de un punto porcentual en el número de empresas cargadoras e intermediarios que incumple la legislación sobre morosidad, pasando a ser el 55% de los clientes de los transportistas.
De ellos, un 35% lo hicieron a más de 90 días e incluso un 10% a seis meses. En cuanto a los medios de pago utilizados para el pago de los servicios de transporte, continúan siendo la trasferencia (66%), seguido del confirming (29%), el pagaré (5%) y el cheque (<1%).
La ventaja de que el transporte sea el único sector en España que cuenta con un régimen sancionadorse nota en los menores plazos en que se pagan los servicios en comparación con otros sectores, que llegan a triplicar y cuadruplicar dichos plazos.
No obstante, continúa lejos el objetivo de que se pague a menos de 60 días, como marca la ley. Por ello, Fenadismer valora positivamente que en el Plan Nacional de Inspección de Transporte para 2023 se haya incluido el control de los plazos de pago como prioritario.