La guerra comercial que enfrenta a Estados Unidos y China está siendo una fuente constante de preocupaciones para los transitarios, que podrían verse muy afectados si Estados Unidos cumple su amenaza e impone aranceles sobre los 500.000 millones de dólares que suponen las importaciones de China, tal y como señalan desde iContainers.
De momento, las rutas comerciales con origen en China se mantienen muy activas a pesar de las tensiones y es pronto para ver los efectos de esta situación. Es necesario esperar a que los importadores liquiden sus gastos una vez que sus cargas lleguen a destino para sentir realmente el impacto de la subida.
Si se materializa esta guerra comercial entre ambos países, las consecuencias serán muy graves para las cadenas logísticas de todo el mundo, provocando caídas en los márgenes de beneficio e incrementos en los precios finales.
La forma en que los importadores y las navieras reaccionen a las fluctuaciones del mercado será clave en el desarrollo de los acontecimientos, y los transitarios no podrán hacer nada para evitar los cambios en la oferta y la demanda, que vendrán dictados por políticas y movimientos de mercado fuera de su control.
Reducción de la capacidad
De momento, THE Alliance, Ocean Alliance y la alianza 2M han introducido recortes en sus rutas transpacíficas, que representan el 6,7% de la capacidad total, lo que supone unos 21.300 TEUs por semana.
La pregunta ahora es cómo van a responder los importadores o si van a cambiar sus proveedores por otros nacionales o que estén situados en regiones que no se vean afectadas por el aumento de los precios. También cabe cuestionarse si aumentarán el precio de los productos en caso de que sus competidores lo hagan.
A pesar de que los efectos aún no se hayan dejado sentir, desde iContainers advierten de que algunos transitarios podrían recibir un golpe mucho más duro que otros, especialmente aquellos en los que el peso de la ruta comercial China-Estados Unidos es más fuerte.