El puerto de Barcelona ha otorgado a la empresa Tráfico de Mercancías, o Tramer, filial del grupo ICL, una concesión administrativa en el muelle Álvarez de la Campa para construir y explotar una terminal privada de sales sódicas y potásicas procedentes de las minas de Súria y Sallent de Iberpotash, también empresa del grupo.
La decisión sobre la concesión, que se hará por un periodo de 35 años prorrogables, la ha tomado en su reunión del 25 de marzo el consejo de administración del puerto de Barcelona. Anteriormente, Tramer había pedido construir unas nuevas instalaciones para poder concentrar todo su tráfico marítimo en el puerto de Barcelona, que se encuentra en expansión.
Con la nueva concesión, que supondrá una inversión neta por parte de ICL de unos 57 millones de euros, la compañía podrá hacer frente a un aumento de más del 70% del tráfico de toneladas y a más del doble de escalas.
La nueva terminal en el muelle Álvarez de la Campa tendrá capacidad para cuatro millones de toneladas de producto, ocupará una superficie de siete hectáreas y dispondrá de 14 metros de calado, lo que permitirá la carga de embarcaciones de hasta 60.000 toneladas.
El puerto de Barcelona deberá invertir, por su cuenta, 12 millones de euros aproximadamente en la reforma de los espacios que acogerán esta infraestructura, la ampliación de la infraestructura ferroviaria hasta la futura terminal, y la remodelación y urbanización de la red viaria para dar acceso a la instalación.
Actualmente Tramer realiza su actividad para Iberpotash en el muelle Contradic Nord, pero este espacio no permitía el crecimiento de tráficos previsto, y el puerto valora también positivamente que cuando esta zona quede libre por el traslado a la nueva concesión, se podrá dedicar a otros usos, posiblemente tráficos ro-pax.