Los transportistas no entienden por qué se les culpa cuando aumenta el número de accidentes, pese a que la accidentalidad vial de los camiones se mantiene en cifras contenidas.
Tras la polvareda levantada, las autoridades municipales de la capital acceden a reducir el plazo para tramitar los permisos de acceso de los cuatro días fijados inicialmente a uno.
ATA denuncia "la escasa previsión y el bajo interés de la administración" que demuestran medidas de este tipo y pide que el Ayuntamiento tramite los permisos de acceso a la Gran Vía en menos tiempo, ya que, a su juicio, cuenta con herramientas suficientes.
La mayoría de autónomos y pymes dedicados al transporte y que operan en el centro de Madrid tienen su domicilio en los polígonos y pueblos limítrofes, por lo no que podrían acogerse a las ayudas que plantea el Ayuntamiento.
ATA estima que la mayor parte de los transportistas que trabajan en la capital no podrían beneficiarse de los 10 millones prometidos por el Ayuntamiento de Madrid "lal estar domiciliados fuera del termino municipal".
ATA aboga por intensificar el control sobre las furgonetas para evitar que crezca su ya alta siniestralidad vial, así como para evitar el intrusismo profesional.
En su listado de 40 medidas en favor de los autónomos, ATA reconoce el poco futuro que tienen los módulos en el transporte y pide una mesa de trabajo para estudiar el modelo de transición progresiva hacia la estimación directa.
ATA alerta de que podría producirse un posible desabastecimiento en los establecimientos del centro de la capital ya que "el 35% de los vehículos no podría acceder a las zonas afectadas en el plazo de tres meses".