El uso de biocombustibles se vislumbra como una nueva alternativa para propietarios de buques y operadores para cumplir con la normativa sobre los límites de azufre.
Como una pata más en su plan de reducción de emisiones contaminantes, la naviera está en condiciones de usar estas mezclas en condiciones normales de trabajo en el puerto de Rotterdam.
Un estudio elaborado por DHL estima que en un plazo de entre cinco y diez años el uso de combustibles sintéticos y de biocombustibles alcanzará una masa crítica que potenciará el uso de estas alternativas.
Es importante encontrar soluciones que sean técnicamente factibles y rentables en términos de costes para los grandes buques que realizan las rutas más largas, dado que representan el 80% de las emisiones de la flota mundial.
Se estudiará el futuro del GNL en el transporte marítimo, así como las ventajas que presenta el uso de energías limpias en la movilidad urbana y las últimas novedades tecnológicas en este sentido.
Los gases de efecto invernadero se reducirían un 4% con los biocombustibles, mientras que se podría alcanzar una disminución del 63% al combinar los vehículos eléctricos con otras medidas a corto plazo.