La propuesta señala que los biocombustibles de primera generación, los obtenidos a partir de cultivos, no deberían superar el 6% del consumo energético final en el transporte.
Los carburantes que se potenciarán son el gas licuado del petróleo, GLP, el hidrógeno, el gas natural comprimido, GNC, y el gas natural licuado, GNL, así como los biocarburantes. La sexta fuente alternativa será el coche eléctrico.
La compañía colabora con el gobierno holandés y la Comisión Europea para contribuir a impulsar el biocombustible y conseguir que se produzcan dos millones de toneladas de biocombustibles para aviación en 2020.
El objetivo principal de este proyecto, es la demostración de una herramienta web que permite evaluar y mejorar la sostenibilidad en el sector transporte, y analizar los impactos ambientales, económicos y sociales.
La CNE ha establecido las normas de organización y funcionamiento del mecanismo de certificación de biocarburantes y otros combustibles renovables vendidos o consumidos con fines de transporte.