Los transportistas gallegos del carbón exponen a los grupos políticos gallegos su situación, a la búsqueda de una solución que les permita salir adelante.
El sector gallego de transporte de carbón sigue adelante con sus movilizaciones para pedir "que Endesa As Pontes empiece a trabajar, mañana mejor que pasado, y a establecer planes de futuro".
El sector sigue demandando ayudas para reconvertirse con nuevas movilizaciones, pese al silencio de las administraciones públicas, la dejación de su cliente y la erosión que sufren los transportistas por el largo tiempo transcurrido.
Ya pasan más de siete meses desde que los transportistas que dan servicio en la central térmica de As Pontes dejaron de trabajar, sin que las ayudas públicas prometidas aparezcan por ningún lado.
Desde enero, las importaciones chinas de carbón han alcanzado los 220 millones de toneladas, lo que estaría muy cerca del teórico límite de 280 millones que habría fijado el Gobierno del país para mantenerlas al mismo nivel que en 2018.
UTA cree que la negociación se ha utilizado para "ofrecer la garantía a la multinacional de que no habrá peticiones de subida de precios o ni siquiera de actualizarlos en base a unos costes que no se tienen en cuenta desde hace más de veinte años".
Las Administraciones concernidas se reúnen con los transportistas afectados por el cierre de la central términa de As Pontes, pero ponen pocas soluciones sobre la mesa.
Los transportistas gallegos ven en la situación que viven las empresas dedicadas a cargar carbón un reflejo fiel de "las características actuales en las que se mueve el sector del transporte".