Aunque uno de los principales propósitos de la Autoridad Portuaria es avanzar hacia el objetivo de cero emisiones netas en 2030, la actividad logística en general conlleva un impacto ambiental en términos de emisiones.
Tras ser sometido a un proceso de reforma para aumentar su capacidad de carga y mejorar sus prestaciones medioambientales, el buque de Grimaldi atraque en el puerto catalán.
Se utilizará el hidrógeno como fuente de energía renovable, aunque en los trayectos largos, también se optará por la energía solar, lo que llevará a eliminar por completo las emisiones de CO2.
Mientras más agresivos sean los objetivos fijados, mayor impacto socioeconómico tendrán, especialmente en los Estados Miembros y regiones en las que la cuota de exportaciones industriales sea elevada.