La reducción de activos disponibles en las grandes ciudades por el rápido avance de la demanda de espacios logísticos ha obligado a inversores y clientes a poner su atención en otras zonas cuyo nivel de desarrollo es aún menor.
A medida que la oferta de suelo inmologístico se va colmatando en Madrid y Barcelona, los agentes del sector vuelven su vista a nuevas áreas geográficas. En esta coyuntura, Valencia, por conexiones y población tiene todas las papeletas para convertirse en la nueva referencia para el desarrollo de operaciones de suelo para actividades logísticas.
A medida que la oferta de suelo inmologístico se va colmatando en Madrid y Barcelona, los agentes del sector vuelven su vista a nuevas áreas geográficas. En esta coyuntura, Valencia, por conexiones y población tiene todas las papeletas para convertirse en la nueva referencia para el desarrollo de operaciones de suelo para actividades logísticas.
La escasez de suelo finalista, unida a la dificultad de encontrar instalaciones adaptadas a los requerimientos actuales de los clientes, están impulsando los proyectos ‘llave en mano’.
El buen tono que mantiene la contratación de suelo para actividades logísticas en Madrid y Barcelona, tanto en 2017 como en la primera mitad de 2018, se ha sumado en el último año y medio la Comunidad Valenciana, una nueva zona geográfica que puja con hacerse un hueco en el sector logístico por instalaciones y conectividad.
El buen tono que mantiene la contratación de suelo para actividades logísticas en Madrid y Barcelona, tanto en 2017 como en la primera mitad de 2018, se ha sumado en el último año y medio la Comunidad Valenciana, una nueva zona geográfica que puja con hacerse un hueco en el sector logístico por instalaciones y conectividad.
Tanto Madrid como Barcelona, son mercados sólidos que ofrecen buenas inversiones si se mantienen las rentas, si bien las conexiones por mar, carretera y tren de las que dispone Valencia, muy próxima a ambas ciudades, está inclinando la balanza a su favor para ciertos desarrollos.
El espectacular crecimiento del e-commerce mantiene al alza las inversiones en el real estate nacional, que en 2017 ha registrado un mayor interés por parte de los inversores asiáticos y se ha hecho evidente el peso que están ganando zonas como la Comunidad Valenciana o Aragón ante los problemas de disponibilidad existentes en Cataluña y cada vez más en Madrid.