En una corta primera toma de contacto, el transporte se ha encontrado a un ministro comprometido y receptivo al que no ha transmitido un mensaje único en relación con el Paquete de Movilidad.
Algunos dirigentes regionales, en contacto con las bases del sector, empiezan a hablar de posibles paros ante la difícil situación del transporte de mercancías por carretera.
Ante la previsible subida de los impuestos sobre el gasóleo, los transportistas ligeros quieren que se elimine el agravio comparativo que supone no poder contar con un combustible profesional.
Desde Fegatramer solicitan mantener las bonificaciones para el gasóleo profesional y ampliarlo a todos los tipos de vehículos de transporte, independientemente de su Masa Máxima Autorizada.
Ante la subida de los impuestos que paga el diésel, los transportistas parecen inclinarse a la introducción del mecanismo de devolución del gasóleo profesional.
Astic pide que se considere al transporte como un sector estratégico para las exportaciones españolas antes de aumentar la presión fiscal sobre los combustibles.
Cualquier aumento en el precio final del carburante repercutirá en el valor final de los productos de exportación, que perderían competitividad, rompiendo con la tendencia de crecimiento continuado.
La Agencia Tributaria tendrá en cuenta los consumos realizados a través de tarjetas de carburante en estaciones de servicio o a través de unidades de suministro propio legalizadas.
Hacienda devuelve a los transportistas la diferencia del impuesto entre el gasóleo profesional y el de particulares, ya que ambos se suministran sin diferenciación.
Desde Tradime solicitan eliminarlo o, al menos, que sea devuelto a todos los transportistas "sin distinción de pesos" a través del gasóleo profesional.