El objetivo es relanzar el proyecto a través de una naviera que utilice buques propulsados por GNL, con el fin de que se convierta en una línea piloto en la Unión Europea.
Para la instalación portuaria, "el hecho de que uno de los socios del proyecto no pueda cumplir con sus compromisos no debe suponer que haya que renunciar al mismo".
Tanto la administración asturiana como las entidades bancarias consideran que la documentación aportada para obtener financiación no es suficiente y presenta inconsistencias.