El caso de Unilever refleja cómo la situación actual presiona los costes logísticos en un contexto de fuerte demanda y alteración de los flujos comerciales.
La pandemia implica un auge del canal on-line y de los supermercados regionales en un gran consumo, con menos asistencia a tienda y cestas más grandes.
El gran consumo consolida su presencia en España en un escenario dominado por la pandemia, en el que el on-line y los supermercados regionales actúan de motores.
El comercio electrónico del gran consumo dobla su cuota de mercado favorecido por las medidas limitativas de la movilidad, en un escenario convulso e inestable.
Solamente el 3% de los consumidores da prioridad al canal 'on-line' para la compra de este tipo de productos, aunque el 23,4% ha realizado alguna compra.
Las empresas trabajan con los ODS por bandera, conscientes de que el consumidor actual exige que los productos sean seguros, de calidad y medioambientalmente sostenibles.