Queda por solucionar el problema de Estados Unidos, donde los operadores han instalado sistemas que, quizás, deban ser sustituidos en menos de cinco años.
Consideran que se trata de una medida 'difícil de aplicar' que puede causar problemas con los socios comerciales de la UE y provocar medidas similares en respuesta.
Las medidas establecen un asesoramiento sobre la preparación y el mantenimiento de inventarios de materiales peligrosos, según exigen el Convenio de Hong Kong y la UE.