Se calienta la actividad en el transporte por carretera de cara al verano, mientras se trámitan las sanciones contra la morosidad, con un resultado que no satisface del todo a un sector que ve cómo mejorar las perspectivas para los próximos meses, fruto de la recuperación.
La subida de los precios de los carburantes vuelve a ser la gran preocupación de unas empresas de transporte que enfrentan su futuro con incertidumbres y una actividad que aún no es la que tenían antes de la pandemia.
El debate sobre los peajes sube de tono, mientras el sector es cada vez más consciente de la espiral de incremento de costes, especialmente de los combustibles, en que parece cada vez más metido.
La rebaja de requisitos abre la entrada al mercado a numerosos extranjeros, mientras la crisis mantiene su impacto en la estructura empresarial y continúan la escasez de conductores.
La semana del 13 al 17 de septiembre en el transporte por carretera parece acercar un poco más la ley de morosidad, mientras el sector parece recuperar volúmenes, aunque no precios, en un escenario de incertidumbre por los costes.
El Pleno del Senado tramita esta semana la ley de morosidad en el transporte con una única enmienda que afecta al sector de las catorce presentadas al proyecto en la Cámara Alta.
El plazo medio de pago en el transporte por carretera termina agosto en los 81 días, con un un 65% de los abonos que superan los plazos fijados en la Ley de Morosidad.
El plazo medio de pago en el transporte por carretera se ha incrementado en junio hasta los 87 días, incluso con un 48% de los pagos hechos a más de 90 días.
El sector asiste a un incremento de los costes que se suma al actual panorama incierto motivado en gran medida por el alza de los precios de los carburantes.
El Senado deja hasta septiembre el plazo para presentar enmiendas a la ley de morosidad en el transporte y se esfuma la posibilidad de un trámite rápido.