En septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que incluye 17 objetivos y 169 metas específicas que abordan los mayores desafíos sociales, económicos y ambientales de nuestra época, incluyendo el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la desigualdad y la explotación de recursos naturales.
El transporte marítimo, la pesca, la conservación de los ecosistemas oceánicos y las actividades relacionadas con el uso de los mares son fundamentales para alcanzar varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente los relacionados con la acción climática, la vida submarina, la producción y el consumo responsables y la energía asequible y no contaminante.
Dada su conexión con los sistemas económicos globales y su dependencia de los recursos naturales marinos, este sector se encuentra en una posición única para impulsar la sostenibilidad, por lo que está emprendiendo un gran número de acciones con la meta clara de alinearse con la Agenda 2030, tal y como señalan desde el Clúster Marítimo Español.
En lo que se refiere a la descarbonización, el transporte marítimo supone alrededor del 2,9% de las emisiones globales causadas por actividades humanas y en torno al 3-4% de las de la Unión Europea, pero de no tomarse medidas, se podría llegar al 35% de cara al año 2050.
La Organización Marítima Internacional ha adoptado estrategias para reducir las emisiones de GEI en un 100% para 2050, en comparación con los niveles de 2008, que pasan por la transición a combustibles limpios, las mejoras tecnológicas para aumentar la eficiencia energética y los avances en digitilización y automatización.
Por otro lado, en lo que respecta a la conservación de la biodiversidad y los oceános, los barcos llevan años implementando medidas de cero descargas de plásticos a la mar, y gracias a las iniciativas recogidas en el reglamento Marpol de la OMI, los hidrocarburos derramados al mar se han reducido substancialmente y no está permitida la descarga de aguas oleosas, que deben tratarse a bordo.
En definitiva, el sector marítimo desempeña un papel clave en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, y no solamente está contribuyendo a un futuro más sostenible, sino que también está demostrando cómo la integración de principios de sostenibilidad puede generar beneficios económicos y sociales a largo plazo.
