El consejo de administración del puerto de Barcelona celebrado este pasado miércoles ha autorizado la venta del 50% de las acciones de Terminal Catalunya (Tercat), propietaria de la terminal de contenedores Hutchison Ports Best, a la empresa Terminal Investments Limited Holding (TIL), que está participada mayoritariamente por el grupo naviero MSC.
Esta operación, a juicio del presidente del puerto catalán, José Alberto Carbonell, "será un paso importante para los servicios que se prestan en el puerto de Barcelona".
El acuerdo incluye condiciones específicas para garantizar la no discriminación entre usuarios, la continuidad del servicio y el cumplimiento de las obligaciones concesionales, así como el mantenimiento de los compromisos asumidos por Tercat en cuanto a la calidad de los servicios.
Por el momento, la operación es una intención de compra que aún no se ha formalizado.
Carbonell, ha explicado que en la aprobación de la operación, que es una intención de compra que aún no se ha formalizado, también ha velado por evitar que el bloqueo pudiera suponer un obstáculo en las decisiones. La gestión de la terminal se mantendrá mayoritariamente como hasta ahora.
Nuevo almacen de Lidl
El Puerto de Barcelona también ha otorgado a Cilsa, una concesión para construir en la zona de actividades logísticas del Prat una nueva plataforma logística para Lidl de 55.000 m2 de superficie construída, que destinará para el almacenamiento de mercancías que provengan del tráfico marítimo
El proyecto supondrá una inversión de 42,1 millones de euros y ya ha superado todos los trámites administrativos y de información pública sin alegaciones, por lo que está previsto que las obras empiecen en breve.
Suministro eléctrico OPS
El consejo ha autorizado también la licitación del proyecto para implantar el sistema de suministro eléctrico OPS (Onshore Power Supply) en la Terminal G de cruceros, actualmente en concesión a Royal Caribbean Group.
El contrato, valorado en 12,6 millones, incluye la redacción del proyecto ejecutivo, la ejecución de las obras necesarias para dotar de energía eléctrica a los buques atracados, los servicios de conexión, entre otros.
Se espera que esta infraestructura entre en funcionamiento a finales de 2027, aunque la adjudicación definitiva está en manos el Consejo de Ministros.