El buque portacontenedores One Continuity, con una eslora de 320 metros, atracó en el Puerto de Las Palmas tras sufrir un fuerte golpe de mar que provocó la pérdida de unos 45 contenedores vacíos. Este suceso tuvo lugar frente a la costa de Maspalomas, al sur de Gran Canaria, mientras el navío cubría la ruta entre Le Havre (Francia) y Singapur.
Dicha sacudida ocasionó no solo la caída inmediata de casi medio centenar de unidades, sino también la desestabilización y peligrosa inclinación hacia estribor de varias columnas de carga situadas en la popa. Ante esta situación, el capitán solicitó refugio inmediato en el puerto canario desviándose así del itinerario original.
Atraque y operación para asegurar y descargar la carga dañada
La Autoridad Portuaria autorizó el atraque del One Continuity en el Muelle Virgen del Pino naciente, donde se pudo constatar visualmente, con apoyo técnico mediante drones, que varios contenedores permanecían colgando por fuera de la borda.
Como medida preventiva, las filas afectadas fueron orientadas hacia el muelle para facilitar los trabajos posteriores y para evitar que cualquier posible desprendimiento lo hiciera sobre el cantil del muelle y no al agua, minimizando riesgos ambientales.
Asimismo, se activó un dispositivo especial coordinado por Boluda, operadora del muelle, para estabilizar la mercancía comprometida.
Tras retirar los contenedores dañados, se han desestibado y reubicado más de 60 contenedores todavía aptos pero afectados por el derrumbe.
Este jueves ha comenzado una maniobra portuaria diseñada con máxima precisión con la participación de un equipo élite compuesto por ocho estibadores especializados, expertos en trabajos en altura, para llevar a cabo tareas suspendidos mediante cestas elevadas por grúas terrestres para liberar los contenedores dañados.
Este procedimiento ha implicado además la intervención puntual de soldadores encargados de cortar o rectificar las barras dañadas que sujetan las unidades afectadas. Se estima que cerca de 20 contenedores ubicados en popa están completamente dañados, aunque afortunadamente son vacíos lo que reduce los riesgos durante su manipulación.
Carga restablecida para continuar viaje a China
Maximiliano Díaz, líder sindical de estibadores, ha resaltado tanto la valentía como profesionalidad demostrada durante estas operaciones complejas donde se combina trabajo desde grúas pórtico con elevadores terrestres. Díaz ha explicado que los contenedores vacíos actuaron inicialmente como "velas", incrementando esfuerzos sobre las barras trincadoras hasta fatigar sus estructuras.
Tras retirar los contenedores dañados, se ha procedido a utilizar grúas pórtico para desestibar y reubicar más de 60 contenedores todavía aptos pero afectados por su escoramiento.
Juan Carlos Fabelo, capataz responsable del operativo logístico, ha priorizado intervenir primero los sectores más críticos antes que emplear grúas pórtico con cargas estables. Ha destacado asimismo la dificultad añadida derivada tanto del volumen elevado como la altura considerable donde deben actuar los estibadores suspendidos.
Este tipo de intervenciones forman parte habitual de la operativa en el Puerto de Las Palmas para responder eficazmente ante incidencias marítimas relevantes e ilustran su capacidad técnica estratégica como refugio clave en rutas atlánticas internacionales.