La ocupación media de los almacenes frigoríficos se mantuvo relativamente estable en 2024, con una pequeña disminución del 0,06%, llegando hasta el 77,47%. Así se refleja en el Anuario del Observatorio del Almacenamiento en Frío de Aldefe 2024, que la Asociación elabora junto a la Universidad de Zaragoza.
La mínima variación registrada sugiere una estabilización de la demanda de almacenamiento en frío, posiblemente influenciada por factores estructurales como la eficiencia en la cadena de suministro o la contención del crecimiento de inventarios.
Además, los niveles de ocupación han tenido un comportamiento bastante uniforme a lo largo del año, con un 78,07% en el primer trimestre, que se redujo al 76,38% en el segundo, continuó en el 76,39% en el tercero y ascendió a 79,04% en el último.
Por regiones, destaca el nivel de ocupación de Canarias, con un 85,74% en los dos primeros trimestres, un 95,54% en el tercero y finalmente un 94,69% para terminar el año.
En su caso, la Comunidad Valenciana ha mantenido todo el año valores superiores a la media nacional, con un 84,24%, 83,04% y 83,43% en los tres primeros trimestres respectivamente y un fuerte ascenso hasta el 93,3% en el cuarto.
Por orden descendente según el nivel de ocupación alcanzado a finales de 2024, el siguiente lugar lo ocuparían los almacenes de productos congelados de Asturias y Galicia, que iniciaron el año con un 77,81%, para caer en el segundo a 75,3%, remontar al 76,41% en el tercero y ascender hasta el 84,86% en los últimos tres meses del año.
A continuación, en la zona centro, Aldefe ha apreciado un descenso a lo largo del año, pero siempre por encima de la media nacional. Así, empezó el año con un 85,12%, para bajar al 82,95% el segundo trimestre, repuntar al 83,15% en el tercero y descender finalmente hasta el 81,63%.
Por su parte, en Cataluña se mantiene una tendencia general de estabilidad con ligeras variaciones a lo largo del año. En el primer trimestre se alcanzó un porcentaje del 78,17%, seguido de un 78,09% en el segundo y un 77,22% en el tercero, para aumentar hasta el 80,43% en el cuarto.
La demanda de almacenamiento en frío se ha estabilizado, influida por factores como la eficiencia en la cadena de suministro o la contención en el crecimiento de inventarios”.
Mientras, en la zona sur, con una ocupación de un 67,53% en el primer trimestre y un 66,27% en el segundo, se registró un fuerte ascenso en el tercero, hasta el 77,98%, finalizando el año en un 79,88%.
En la zona norte, en cambio, el 2024 se inició con una ocupación del 69,72% en el primer trimestre, alcanzado el 71,83% en el segundo, pero posteriormente se redujo al 62,96% en el tercero, aumentando hasta el 64,24% en el último trimestre.
Principales indicadores
Respecto a los datos de facturación del sector del almacenamiento frigorífico, el informe indica que en el primer trimestre se llegó a 112.658.398 euros, pasando en el segundo a 113.661.525 euros. Ya en el tercero, se registró un importante incremento hasta los 118.082.207 euros, pero el cuarto trimestre se cerró con la cifra más baja de todo el año, con un total de 109.097.102 euros.
En cuanto a la facturación por metro cúbico, comenzó el primer trimestre con 16,09 euros/m3, para crecer posteriormente a 16,24 y 16,87 en los siguientes, y acabar el 2024 con 15,58 euros/m3.
En lo que se refiere a las toneladas manipuladas por metro cúbico, partieron de nivel de 0,17 entre enero y marzo, para alcanzar las 0,23 toneladas por metro cúbico en el segundo, una cifra que se mantuvo el resto del año.
Finalmente, el indicador del número de empleados por cada 10.000 m3 se situó en 5,86 al principio del año, para pasar a 5,79 entre abril y junio. En el tercer trimestre volvió a descender hasta los 5,77, pero sin embargo, en el cuarto, repuntó hasta los 6,14.
La Inteligencia Artificial ya ha irrumpido en los almacenes frigoríficos, facilitando la previsión de la demanda, la mejora de la trazabilidad y la optimización de las rutas logísticas”.
Por último, en cuanto al reparto por categorías de los productos demandados en estos almacenes, a la cabeza se encuentran los pescados con el 19,59%, seguidos de las carnes y los elaborados con el 18,56 % en ambos casos. Las verduras se sitúan en cuarto lugar, con el 16,49% y posteriormente, el segmento de pan y vario,s con el 14,43%.
Por detrás de esta cifra, se encuentran los lácteos, con el 9,28%, y los productos farmacéuticos con el 3,09%.
Tecnología para la logística de frío
El sector del almacenamiento frigorífico se enfrenta en los últimos años a una gran transformación que viene de la mano de la innovación tecnológica y la eficiencia operativa.
Por un lado, los almacenes frigoríficos se han reforzado con sistemas de almacenamiento y recuperación automatizados, robots móviles autónomos, cobots, exoesqueletos y AGVs.
Por otro, la Inteligencia Artificial ha irrumpido ya en este tipo de almacenes, facilitando la previsión de la demanda, la mejora de la trazabilidad y la optimización de las rutas logísticas, entre otras funcionalidades.
Especial mención merecen los gemelos digitales, gracias a los cuales es posible simular y controlar en tiempo real los procesos de almacenamiento y transporte, permitiendo una gestión proactiva de riesgos y una optimización continua de los flujos.
En términos de sostenibilidad, la Asociación destaca la introducción de sistemas de refrigeración de última generación en los almacenes, la adopción de refrigerantes naturales, la apuesta por sistemas de recuperación de calor y el uso de iluminación LED inteligente. A ello se añade el uso de pilas de hidrógeno para carretillas y equipos de manutención.
El sector también esta avanzando en los últimos años en el desarrollo de tecnologías como la congelación rápida individual, la criogénica y el procesamiento a alta presión, que favorecen el aumento de la calidad de los productos, reducen el desperdicio alimentario y agilizan las operaciones.
Igualmente, las tecnologías de campo eléctrico pulsado y el uso del Internet de las Cosas para la monitorización en remoto de unidades de congelación pueden contribuir a mejorar el control, la trazabilidad y eficiencia técnica.
Cabe apuntar, asimismo, la importancia que está adquiriendo, también en este sector, la ciberseguridad. En este sentido, es fundamental garantizar la protección de los sistemas utilizados para el control de los procesos, así como de los sensores y las plataformas de control remoto, con el objetivo de evitar interrupciones que podrían afectar a la calidad del producto y la cadena de valor.