El transporte belga, en pie de guerra contra el nuevo peaje.
El sector del transporte por carretera belga sigue movilizándose esta semana contra el nuevo peaje a vehículos pesados que ha entrado en vigor este mes de abril en el país.
Las movilizaciones se iniciaron el pasado viernes, cuando la caótica introducción de este impuesto provocó enormes colas de camiones en las fronteras y en muchas áreas en Bélgica.
Según indican desde la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España, Fenadismer, el día 1 se produjeron marchas lentas de camiones y bloqueos en las principales autopistas, actuaciones que se mantienen en esta semana.
De hecho, la Policía Federal del país informa en su plataforma webde las incidencias que van surgiendo en las principales carreteras, y las informaciones aparecidas en la misma apuntan bloqueos en más de 15 carreteras de todo el país durante el lunes 4 de abril.
Apoyo de los transportistas españoles
Para Fenadismer, los primeros días de este impuesto han evidenciado "numerosísimas" incidencias técnicas en los aparatos de control OBU instalados en los vehículos, que están afectando tanto a la geolocalización de los vehículos como a la facturación del tramo recorrido.
Además, el sistema gestionado en situación de monopolio por la empresa Satellic sólo concede un plazo máximo de tres horas para ser reemplazados, siendo sancionados en caso contrario con multas de hasta 1.000 euros. A ello se suman, según Fenadismer, las dificultades que están teniendo muchos transportistas españoles y de otros países de la Unión Europea para poder adquirir los aparatos de control.
Por este motivo, desde la Federación han vuelto a solicitar, como ya hicieron a principios de marzo, que se aplace la nueva tasa kilométrica belga hasta que se subsanen las deficiencias técnicasy se establezca la interoperabilidad del peaje belga con otros dispositivos existentes en la Unión Europea.
Falta de información e incapacidad de reacción
Desde la Asociación de Transporte Internacional por Carretera (Astic) han denunciado la falta de información y la incapacidad del gobierno para reaccionar ante los problemas que ha ocasionado la nueva tasa.
Según el transporte internacional español, la "precipitada" puesta en marcha de la tasa belga ha provocado estas situaciones de tensión entre los conductores de varias nacionalidades europeas, españoles incluidos, así como retrasos de cinco horas y problemas en el tráfico durante los últimos días.
El director general de Astic, Ramón Valdivia, recuerda que el impuesto ha entrado en vigor "sin escuchar las numerosas voces que dentro y fuera del país solicitaban un retraso" al augurar los problemas que, finalmente, se han producido.
La desorganización en las primeras horas de entrada en vigor del impuesto se ha sumado, en efecto, a la falta de consenso que ha precedido esta nueva medida recaudatoria.
Por ello, desde la asociación reclaman el consenso entre los países europeos en este tipo de actuaciones, ya que “medidas como el nuevo gravamen belga dañan la competitividad y eficiencia del sector del transporte y en consecuencia provocan un retroceso en la economía europea”.
La patronal considera vital que Europa revise las medidas unilateralesde los países para que no se siga perjudicando la actividad del transporte internacional por carretera.