Maersk y Yara, entre otras empresas, ponen en marcha un nuevo proyecto para probar el amoniaco verde como combustible marino y establecer una cadena de suministro viable.
La naviera es una de las participantes en el Consorcio Verde del Amoniaco, creado en 2019 para el desarrollo de una cadena de valor libre de emisiones de CO2 centrada en el amoniaco.