La compra de esta maquinaria forma parte del capítulo de inversiones medioambientales previstas para 2017, que asciende a unos cuatro millones de euros.
El momento elegido para comenzar estas mediciones coincide con los meses de máxima actividad portuaria en lo que respecta a cantidad de buques en el recinto.
Ya se han dado algunos pasos en este ámbito, pero aún es preciso llevar a cabo ciertas acciones, como la ampliación del parque móvil eléctrico o la reducción de emisiones.