Según un estudio de Comisiones Obreras, pese a esta reducción, las emisiones contaminantes y el consumo de petróleo se ha incrementado en el transporte por carretera.
Los contratos de futuros se han convertido en una herramienta básica para la toma de decisiones antes de la implementación de las nuevas regulaciones ambientales.
Los usuarios serán monitorizados por una red de 180 cámaras que están siendo instaladas en Bruselas, de las que 90 ya están operativas y las otras 90 lo estarán antes de que finalice el año.
El protocolo se pondrá en marcha gradualmente comenzando por la recomendación del uso del transporte público y la reducción de la velocidad máxima a 70 km/h en la M-30 y los accesos a la ciudad.
Desde la Asociación han insistido en que incluso aunque superen las pruebas de emisiones, estos vehículos siguen sobrepasando los límites de óxidos de nitrógeno permitidos cuando circulan en carretera.
Todos los actores involucrados discutirán sobre posibles soluciones para eliminar el problema de la contaminación del aire que tanto preocupa a los europeos en la actualidad.
El crecimiento de las emisiones del transporte se coloca por debajo del total de la economía española que en 2017 se dispararon por la necesidad de generación de electricidad con centrales de carbón y ciclo combinado.