Parece que los sindicatos franceses no están dispuestos a aflojar la presión sobre el Gobierno galo, hasta que no se retire la ley de la reforma laboral planteada por el Ejecutivo.
De acuerdo con el Centro Regional de Información Vial, se han llegado a contabilizar 310 kilómetros de retenciones en las autopistas y carreteras de entrada a París.