El operador, que mantiene todas las alternativas de reparto durante el confinamiento, ha recordado la importancia de la última milla para distribuir bienes de primera necesidad a la población.
Las empresas empiezan a notar que los crecimientos de las entregas de comercio electrónico no compensan las caídas registradas en el segmento B2B, así como en las recogidas a particulares.
Con un modelo en cuestión, tanto por coste, como por impacto medioambiental, los usuarios del comercio electrónico recurren de forma masiva a las entregas domiciliarias rápidas.
El servicio está pensado para atender las necesidades de aquellos clientes que han realizado sus compras en establecimientos y prefieren el envío de la mercancía adquirida a domicilio.
En los próximos años, las ciudades deberán afrontar diversos problemas relacionados con el reparto urbano, como las limitaciones de tráfico, la contaminación y las nuevas necesidades en cuanto a instalaciones logísticas.
Las entregas programadas representan una nueva oportunidad para conjugar un mejor servicio en los envíos de comercio electrónico a domicilio con la reducción de los fallidos.